3.1. El cambio climático en el Caribe
Cambio climático
El aumento de la quema de combustibles fósiles y los cambios en el uso de la tierra emiten cantidades crecientes de gases de efecto invernadero a la atmósfera de la Tierra. Estos gases de efecto invernadero incluyen el dióxido de carbono (CO2), el metano (CH4) y el dióxido de nitrógeno (N2O). El aumento de estos gases ha provocado un incremento de la cantidad de calor del sol retenido en la atmósfera terrestre, calor que normalmente se irradiaría al espacio. Este aumento del calor ha provocado un incremento del efecto invernadero natural, lo que ha dado lugar al cambio climático.
Las principales características del cambio climático son el aumento de la temperatura media del planeta (calentamiento global); los cambios en la nubosidad y las precipitaciones, especialmente en tierra firme; el deshielo de los casquetes polares y los glaciares y la reducción de la capa de nieve; y el aumento de la temperatura y la acidez de los océanos, debido a que el agua del mar absorbe el calor y el dióxido de carbono de la atmósfera.
Impactos del cambio climático en el Caribe
Se prevé que los impactos del cambio climático en los recursos hídricos del Caribe se traduzcan en una disminución de las precipitaciones anuales, un aumento de las inundaciones y de los fenómenos de lluvia extrema, el aumento de la temperatura de la superficie del mar, la acidificación de los océanos, la subida del nivel del mar y la intrusión e inundación de agua salada.
Los estudios indican que algunos lugares del Caribe pueden experimentar temporadas secas más largas y temporadas húmedas más cortas, pero más húmedas, en el futuro. Habrá una disminución de las precipitaciones estivales en el Caribe en las proximidades de las Antillas Mayores, con posibles condiciones más húmedas en el norte del Caribe. La estación seca será más seca y larga, y los huracanes serán más intensos. Estos cambios en los patrones e intensidad de las precipitaciones también afectarán a la agricultura. El exceso de precipitaciones, unido a las malas prácticas de construcción, las carreteras sin asfaltar y las pendientes pronunciadas, que son típicas de las islas del Caribe, pueden agravar los índices de erosión y reducir la capacidad de los embalses, la calidad del agua y la calidad del hábitat cercano a la costa.
El aumento del nivel del mar es otro factor de estrés relacionado con el clima en el Caribe. Se prevé que el ritmo de subida del nivel del mar en la región siga o supere las proyecciones mundiales. La extensión de los manglares costeros puede verse reducida, disminuyendo la protección natural que ofrecen contra la acción de las olas y las mareas de tempestad y limitando su función como hábitat de la fauna. Por ejemplo, los estudios han proyectado que el 3% de los manglares de Cuba pueden perderse con un aumento de un metro en el nivel del mar. Para la misma subida del nivel del mar, se prevé un colapso total del humedal de manglares de Port, en Jamaica, ya que este sistema ha mostrado poca capacidad de migración en los últimos 300 años (UNFCCC, 2007).
Es casi seguro que los litorales sufrirán una aceleración de la erosión costera, así como la inundación de asentamientos y tierras de cultivo. Por ejemplo, en Granada, una subida de 50 cm del nivel del mar podría provocar la pérdida del 60% de las playas en algunas zonas (CMNUCC, 2007).
Los sistemas ecológicos marinos proporcionan servicios clave como la pesca y la protección de las costas. Estos sistemas están amenazados por los cambios en la temperatura de la superficie del océano, la acidificación del océano, el aumento del nivel del mar y los cambios en la frecuencia e intensidad de las tormentas. La degradación de los corales y otros hábitats marinos puede afectar a la distribución de los peces y otras especies. Con los elevados niveles actuales de emisiones de gases de efecto invernadero, la decoloración masiva de corales en el Caribe puede producirse al menos dos veces al año en la próxima década (USGCRP, 2018).
Es probable que el cambio climático también tenga otros efectos negativos sobre el turismo en la región. El aumento de la frecuencia y la gravedad de las condiciones meteorológicas extremas, la subida del nivel del mar y la aceleración de la erosión de las playas, la degradación de los arrecifes de coral (incluida la decoloración) y la pérdida del patrimonio cultural de las costas a causa de las inundaciones y las crecidas, probablemente reduzcan el atractivo de los Pequeños Estados Insulares en Desarrollo (PEID) para los turistas. Por ejemplo, en Barbados, el 70% de los hoteles están situados en las zonas de inundación de 1 en 500 años y 1 en 100 años, por lo que corren el riesgo de sufrir daños estructurales importantes (CMNUCC, 2007).
En la sección de Recursos encontrará un vídeo que destaca el impacto del cambio climático en el turismo del Caribe.
Es probable que estos impactos climáticos alteren valiosos servicios de los ecosistemas, afectando gravemente a la economía de muchas islas pequeñas. Los impactos a nivel comunitario, además de los efectos económicos, implican reconocer que los hombres y las mujeres experimentan los efectos del cambio climático de manera diferente.
Vídeo: 5 cosas que debe saber sobre el cambio climático en el Caribe (4:15 minutos)
Vea el vídeo del Centro de Cambio Climático de la Comunidad del Caribe sobre 5 cosas que debe saber sobre el cambio climático en el Caribe.
Pregunta orientativa:
Resiliencia, riesgo y adaptación
Resistencia al clima. La capacidad de un sistema social o ecológico para resistir, absorber, acomodar y recuperarse de los efectos de una amenaza (climática) de manera oportuna y eficiente, conservando la misma estructura básica y formas de funcionamiento (GWP-C y CCCCC 2014).
Gestión del riesgo climático. El riesgo climático puede definirse simplemente como la probabilidad de que se produzca un determinado fenómeno climático y sus consecuencias adversas. Sin embargo, el IPCC (2012) da la definición como la probabilidad de que se produzcan impactos desfavorables como resultado de eventos climáticos severos que interactúan con condiciones ambientales, sociales, económicas, políticas o culturales vulnerables. El proceso de aplicar esa información sobre los riesgos a la toma de decisiones, incluyendo la identificación, evaluación y priorización de los riesgos, seguido de la aplicación de recursos para reducir, vigilar y controlar la probabilidad y/o el impacto de los efectos perjudiciales, se conoce en términos generales como gestión de riesgos climáticos (CRM).
Adaptación al cambio climático. La adaptación es un proceso mediante el cual las sociedades se hacen más capaces de hacer frente a un futuro incierto. Adaptarse al cambio climático implica tomar las medidas adecuadas para reducir los efectos negativos del cambio climático (o aprovechar los positivos) realizando los ajustes y cambios pertinentes.